El envejecimiento de las estrellas

Que las estrellas de la gran pantalla envejecen como el común de los mortales es algo evidente. Casi tanto como que la imagen que muchas de ellas lucen en su rutina más cotidiana y habitual, dista un abismo de la imagen con que la industria del cine las ha inmortalizado y, a veces, encasillado.

Tal es el caso de la actriz norteamericana Sharon Stone, cuyo nombre ha quedado inseparablemente vinculado a esa imagen de mujer tremendamente sexual y provocativa que derrochaba sensualidad y glamour por partes iguales, en la ya mítica película de Paul Verhoeven, Instinto Básico.

Una imagen que ha sobrevivido intacta al paso del tiempo, pero que si bien es cierto que un día supuso un sonado impulso en la trayectoria cinematográfica de la actriz, no ha dejado de ser desde entonces, un perverso San Benito contra el que la actriz ha tenido que lidiar conforme los años han ido haciendo mella en su físico.

Sharon Stone

No hay más que echar un vistazo a fotografías como ésta, en la que la actriz se muestra sin maquillaje, descuidada y mostrando un aspecto frente al que resulta francamente difícil imaginar que un día fuera considerada un sex symbol.

¿La habrías reconocido por la calle?