La blefaroplastia o cirugía de párpados es una de las intervenciones de estética más demandadas en España. Consiste en la eliminación del exceso de piel y grasa que se acumula en el contorno de los ojos (para más información, consulta blefaroplastia.es) y los resultados son muy positivos. La diferencia entre el antes y el después es notable.
Pero, ¿qué tipo de preparativos conviene hacer para este tipo de operación? En este post te contamos cuál es el procedimiento.
El preoperatorio en una blefaroplastia
Antes de cualquier tipo de operación, los profesionales de salud examinan a los pacientes para evaluar si su estado de salud es el adecuado para pasar por quirófano y para examinar tambiénel área específica sobre el cual se quiere intervenir. De este modo un preoperatorio de blefaroplastia constará de una primera visita en la que el cirujano analizará el tipo, cantidad y distribución de piel y grasa en el contorno de ojos.
También es el momento en que el paciente debe expresar sus principales dudas así como los resultados que quiere conseguir. Este punto es muy importante ya que la blefaroplastia ofrece muy buenos resultados pero jamás se aspira a la “perfección”. Lo que se busca es un buen resultado, una mejora que será muy significativa pero que especialmente debe resultar natural. Por eso el cirujano desterrará toda expectativa que no sea realista y le ofrecerá una explicación detallada de lo que puede conseguir con una operación de este tipo.
En el preoperatorio (a veces antes) también se hace una historia clínica general del paciente, para saber si toma medicación, si tiene patologías y si su estado de salud es el adecuado para pasar por quirófano. Porque aunque la blefaroplastia no es una intervención agresiva, toda operación siempre conlleva ciertos riesgos y los profesionales de la salud deben evaluar si en su caso los riesgos son más de los recomendables.
Es importante que el paciente sepa que el preoperatorio no se reduce a una sola visita. El cirujano consultará con usted tantas veces como considere necesario para saber exactamente cuál es el procedimiento adecuado para su caso, de forma que quede muy bien trazado el resultado exacto que se busca con esa intervención concreta. Existen diferentes tipos de incisión para la blefaroplastia, por ejemplo, y el cirujano decidirá cuál es la más recomendada para su caso.
Una vez establecido el procedimiento y ya se sepa si se va a intervenir sobre el párpado inferior, el superior o sobre ambos, se pasa al preoperatorio propiamente dicho.
En los diez días anteriores a la intervención el paciente debe abstenerse de tomar medicamentos con ácido acetilsalicílico (Aspirina y similares), anticoagulantes orales y reducir el consumo de tabaco en caso de que el paciente sea fumador.
Si la operación se hace con anestesia local con sedación o bien si se procede con anestesia general, el paciente deberá estar en ayuno durante las 7 horas previas a la operación. El día de la intervención el paciente deberá traer consigo las pruebas preoperatorias que se le hayan hecho para que el personal sanitario esté perfectamente informado. También deberá venir acompañado, ya que al salir de quirófano es habitual que los párpados experimenten cierta inflamación.
Una vez operado, si el paciente sigue adecuadamente las instrucciones dadas por el médico no tiene por qué sufrir ninguna complicación. Pasados unos días y cuando la inflamación remita será cuando los resultados de la blefaroplastia sean más visibles.
¿Te operarías de blefaroplastia? ¿Sabes de alguien que lo haya hecho? Nuestro apartado de comentarios está abierto a tus opiniones.