Como suele pasar con los deportistas, generalmente futbolistas y pilotos de Fórmula 1, cuando más famosos se hacen por apenas haber hecho nada que les haya supuesto un gran esfuerzo y por muy poco desarrollado que tengan el intelecto, se convierten en un gran reclamo publicitario que todo el populacho sigue como un rebaño de borregos. Un ejemplo al pie de esta misma letra es el futbolista Cristiano Ronaldo, a quien ya hemos visto hacer el ridículo de muchas maneras, pero eso sí, justificadas con unas importantes sumas de millones de euros. Lo último ha sido grabarse cantando “Amor mío” para la entidad bancaria de origen portugués Espíritu Santo, donde el futbolista mantiene sus billonarios ahorros a buen recaudo. ¿Servirá este anuncio para captar más clientes del rebaño o por fin se irá a freír espárragos esta empresa monetaria de cristianos? Fuente: Hola.