La décima edición de Gran Hermano nos está permitiendo ver la acentuada hipocresía social en la que estamos inmersos con epicentro en la “Chiqui-chiqui” Almudena, inicialmente conocida como “la enana de GH” (sí, «enana», pues sufre enanismo).
Gracias a este acontecimiento mediático se puede calificar de hipócrita al populacho que va de educado, tolerante y respetuoso, cuando es el primero que se detiene a observar la extrañeza que le supone el ver a un ser humano diminuto bailar en un programa de televisión donde los concursantes se abofetean constantemente con sus respectivos hedores concentrados.
Es lo que está pasando con el video de Almudena bailando que podemos ver arriba. Como la chica es enana, gorda y arrítmica, hace gracia, sin que por su parte haya intención de protagonizar un espectáculo circense. Es más, ella lo da todo de sí para resultar lo más sexy y sensual posible, y a poder ser, endurecer a la plantación de nabos que la puedan estar viendo. Si el bailecito se lo hubiese marcado alguna de las chicas de la casa más agraciadas físicamente, entonces esa gracia del ridículo se esfumaría por la taza del water atascado y pasaría a ser lo que vulgarmente se conoce como “puntón verbenero”.
¿Qué opinión te merece esta cajera de supermercado convertida en gogó de Gran Hermano?