El pasado sábado, la princesita Letizia Ortiz acudió con su familia real, a la par que artificial, a una entrega de premios de la Copa Breitling en Mallorca. La ex periodista sorprendió a todos con una indumentaria poco habitual en ella desde que está casada con Felipe –antes era mucho peor-, con unas ligeras influencias suburbanas que brillaban por la ausencia de la elegancia. ¿Será íntima amiga de su paisano Melendi y habrá sido asesorada por él?
La asturiana lució unos espantosos zapatos de charol abiertos con unos altos tacones de madera de chopo, a juego con un vestido de saco que realzaba aún menos su escuchimizado cuerpo. El detalle curioso lo llevaba enganchado a la altura del hombro izquierdo: un broche de plástico con forma de flor.
Acerca de dicho broche no quiso hacer declaraciones, unos especulan que podría ser alguna manualidad realizada por su hija Leonor en el taller de plástica del colegio, nosotros preferimos creer que lo adquirió en algún cutre mercadillo solidario de los que ponen en el Campo San Francisco de Oviedo, su ciudad natal.
¿Tú te crees que podemos estar pagándole a esta tía su alimentación y que se le note tan poco?
Viva el fresón de Lepe.
Fuente y Fotos: La Nueva España.