Se encontraba Lindsay Lohan el pasado mes de enero en una fiesta privada en la ciudad de los rascacielos. Y vaya si rascaba. Llegó el momento de ahuecar el ala, pero hacía mucho frío y la señorita Lohan no podía permitirse una visita más al hospital por haber pillado una corriente bajo su minifalda por no contar con la protección de unas bragas o un tanga, y mucho menos, un abrigo por encima.
Fue entonces cuando tuvo la magnánima idea de coger disimuladamente un abrigo colocado junto a otros en una montaña de prendas y bolsos de unas chicas que se encontraban en la pista bailando y bebiendo como enfermizas alcohólicas.
Dos semanas después, se pudo ver a la celebridad con ese abrigo en unas fotos publicadas por diversas revistas de tirada internacional y, como no, la propietaria del atuendo en cuestión no tardó en percatarse de quien fue la ladrona que le arrebató de su vida tan valiosa prenda, valorada en, nada y más y nada menos que 11.000 dólares.
La víctima se puso en contacto con el local donde acontecieron los hechos y más tarde con su abogado personal. En apenas dos días ya tenía el abrigo en su casa con los sudores de la Lohan bien impregnados, pero no parece haberse quedado a gusto y reclama una indemnización de 10.000 dólares por todo el tiempo que ha estado sin él más los daños psicológicos ocasionados.
Así que ya saben, si se encuentran de fiesta por EEUU y coinciden con Lindsay Lohan en el local, no se alejen de sus pertenencias.
Fuente: Revista Cuore.